EL MUSEO DEL TIEMPO

José Antonio Portillo hace tiempo que inició este proyecto por encargo del Centro Cultural de Belem (Portugal), con co-financiamiento de la Unión Europea.
Durante años ha trabajado con niños de diversas ciudades europeas para la creación de este museo, donde los niños han escondido y referenciado toda clase de objetos.
Sabemos por tanto que verdaderamente existen, en diversas ciudades europeas, objetos enterrados por los pequeños. Objetos que ellos apreciaban y a los que después de dejar constancia por escrito, han decidido darles una nueva vida, enterrándolos para siempre en un parque, en un jardín, en el patio del colegio o en el campo.
Con todo, se han tomado la molestia de hacer un pequeño plano de donde está enterrado y de narrar la historia de este objeto, para que todos puedan compartir la experiencia.
Las historias y testimonios que describen niños y niñas, de condiciones sociales bien diferentes, resultan conmovedoras, divertidas, paradoxales, a veces escalofriantes y,  algunas, incluso, poéticas. Con los años, Portillo ha recogido los testimonios, documentado la edad y los datos de los niños, acompañándola de una foto o dibujo del objeto enterrado y la historia que se esconde detrás. Este extenso archivo, una muestra de la cual ha sido publicada por la editorial Kalandraka en forma de libro, representa el corpus de lo que se conoce como Museo del Tiempo.

 

 

 

EL MUSEO DEL TIEMPO